Un equipo de rescate portugués logró remover los restos de paredes que mantenían atrapado a este golden retriever de 10 años, luego del devastador terremoto ocurrido en Turquía el pasado 6 de febrero.
Luego del fatal terremoto ocurrido en Turquía el pasado 6 de febrero, distintos países de varias latitudes del mundo se han unido para echarle una mano a los pueblos afectados por este desastre natural, en específico en territorio turco y sirio, donde se han contabilizado más de 40.000 muertes producto del sismo.
Entre los grupos rescatistas que fueron a ayudar a buscar víctimas entre los escombros, están los voluntarios que envió Portugal para servir de utilidad en un momento tan complejo con este, que demanda el apoyo de muchas manos para salvar la mayor cantidad de vidas que se pueda.
Según reseñó el diario Portugal Resident, se trata de un equipo conformado por 52 especialistas en rescate que llegaron a tierras turcas, acompañados de sus respectivos perros entrenados para esta labor.
En medio de estas duras jornadas no solo se han salvado vidas humanas sino que también se han podido rescatar a mascotas que lograron sobrevivir entre los restos de los edificios que se vinieron abajo producto del fuerte movimiento telúrico.
Según publicó este mismo medio de comunicación, uno de los equipos que hacían rastreos en búsqueda de personas vivas en la ciudad de Antakya, lograron dar con un perrito que había quedado sepultado bajo los restos de cemento, pero que por fortuna encontró un espacio para mantenerse seguro en lo que antes fue el sótano de un edificio.
Se trata de un golden retriever llamado Baran, de 10 años de edad, el cual pasó bajó escombros unas 200 horas, lo cual es un tiempo muy extremo y que pocos seres vivos con sus características aguantarían.
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