El pequeño presentaba una serie de complicaciones “potencialmente mortales”.
Autoridades advirtieron los riesgos de los embarazos
entre parientes.
Un bebé concebido por dos hermanos de sangre murió a las dos horas
y diez minutos de haber nacido, un triste caso registrado en Dustlik,
una localidad de Uzbekistán.
El Ministerio de Salud de ese país recalcó que un embarazo entre parientes
cercanos la mayoría de veces tiene trágicos
desenlaces.
Las autoridades del país de Asia Central indicaron que el menor
presentaba una serie de complicaciones “potencialmente mortales”
y había nacido a la semana 35,
con una medida de 47 centímetros.
El bebé concebido por hermanos de sangre finalmente murió
por una ictiosis congénita severa.
“Es sabido que en Medicina está comprobado que, en la mayoría de los casos,
los niños nacen con diversos defectos genéticos debido al matrimonio
de parientes cercanos”, informó el ministerio de Salud de Uzbekistán.

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